POR Esther Sigala
“Los reyes magos al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus cofres, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Mateo2:9-11)”
La navidad es una época de fiesta, celebraciones, regalos, alegría, felicidad, reencuentros,
Tiempos de dar y recibir, y muchas veces de tristezas por la ausencia de nuestros seres queridos que han partido.
Es bien sabido que la navidad se celebra el 25 de diciembre para festejar el nacimiento del Maestro Jesús de Nazaret, aunque realmente la fecha exacta no se conoce realmente. La celebración de la navidad surge un par de siglos después de cristo y es de origen pagano, surge para sustituir las celebraciones de los romanos relacionados del solsticio de invierno. El origen del nombre de la navidad es por la natividad que es el nacimiento de Cristo.
También en la era moderna aparece Santa Claus, (San Nicolás), fue un niño de familia adinerada y que sus padres le inculcaron los valores de la generosidad y se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los más necesitados y siempre, aunque en diferentes épocas se les daban obsequios a los niños.
En la biblia señala que los reyes magos entregaron al niño Jesús tres regalos, oro, incienso y mirra y es lo más parecido a la celebración que aparentemente estamos realizando, porque realmente los reyes magos celebraron a Jesús. y posteriormente desde tiempo atrás nos hemos dedicado no a hacer ofrendas a Jesús sino a nosotros mismos ya que los regalos que compramos son para nosotros, nuestros familiares y amigos olvidándonos completamente de Dios.
La iglesia cristiana eligió entonces el 25 de diciembre como el día de nacimiento de Jesús para fusionar y absorber sus celebraciones con los ritos paganos de diversos pueblos convertidos. Así que fue evolucionando y actualmente dista totalmente de las costumbres originales, y nos vemos sumergidos en una celebración más consumista que espiritual, de cualquier forma es importante reafirmar nuestras creencias religiosas personales y familiares puesto que lo realmente importante reside en lo espiritual .
Todo el mes de diciembre nos vemos corriendo de una tienda a otra viviendo en el estrés de las compras, para regalar un presente a los que amamos, pero no nos hemos detenido a pensar que es lo que realmente necesita nuestro ser querido y buscamos compensar en una sola fecha todo aquello que no pudimos darle a lo largo de un año.
Asimismo me pregunto ¿nos hemos detenido a ver y ayudar a aquellas personas más vulnerables como son los ancianos y niños abandonados en los orfanatos?, ya que sería la mejor manera de celebrar la venida de Jesús haciendo vida sus enseñanzas “ama a tu prójimo como a ti mismo” dice el bendito maestro Jesús.
¿Porque nos dejamos envolver en la oscuridad del egoísmo? y nos olvidamos del verdadero sentido de la navidad, celebrar el nacimiento de Jesús, haciendo vida su enseñanza de amor a la humanidad, entregado amor y comprensión a nuestros seres queridos, no solo en la época navideña sino cada día de nuestra vida.
La vida es el regalo y don más maravilloso que Dios nos otorgó y debemos celebrar cada vez que respiramos y cada vez que late nuestro corazón por cada día que nos permite compartir con nuestros seres queridos.
PSIC. MARIA ESTHER SIGALA
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